Presentación
¿ES NECESARIO UN ENCUENTRO
DE ESCRITORES DE LA MIXTECA?
Con frecuencia se habla de la riqueza cultural de la Mixteca. Se asegura que, en contraposición a la pobreza material de nuestra región, se posee una cultura rica en historia, tradicion y expresiones artísticas. ¿Hasta qué punto esto es verdad y hasta dónde se recurre a una mentira piadosa?
Ciertamente cargamos un pasado esplendoroso. Siglos de historia labrados con la imaginación convertida en todas las artes. Muestras fehacientes de la genialidad de los mixtecos de antes son los códices, la orfebrería, la pintura mural, el arte plumario y una impresionante serie de mitos y leyendas que todavía hoy se cuentan por tradición oral.
Sin duda el pasado nos sustenta. Lo malo es que con frecuencia se incurre en vivir sólo del pasado. El sueño, la idealización, nublan el presente y en lugar de dar vida a un esplendor en nuestros días, se cae en la creencia de que la grandeza de la nación mixteca es sólo un viejo recuerdo lleno de polvo que se encierra en nuestra historia.
Un pueblo es grande cuando sus artistas lo deciden. Pero si esa grandeza no se produce también se debe responsabilizar a sus creadores. O peor aún, habrá que preguntarse ¿tiene este pueblo artistas que en verdad estén engrandeciendo a su cultura?
Actualmente la Mixteca, a través de cada uno de sus pueblos, hace su danza, su música, su pintura e incluso su literatura. En cada una de estas expresiones sería necesario hacer una revisión crítica, pero hoy nos ocupa la literatura y es en torno al hecho de escribir que nos disponemos a realizar un reflexión colectiva.
¿Existe una literatura mixteca? La pregunta, por supuesto, es una provocación. Se cree, y seguramente así es, que en todos los pueblos hay personas que escriben, que investigan la historia de su comunidad, que recopilan sus mitos, que se aventuran con la poesía, que inventan sus relatos o incluso se atreven con la novela. ¿Pero quiénes son y dónde están? ¿A cuántos escritores de la mixteca podríamos enumerar?
Tal vez tendríamos que empezar por definir el papel que un escritor podría representar en esta región. Todavía se cree que dedicarse a escribir es perder el tiempo porque, además, la mixteca -argumentan algunos- está más necesitada de otras cosas que de esa gente rara que pierde el tiempo escribiendo.
Ante esto, necesitamos subrayar que el trabajo de escribir es tan importante como el de cualquier protagonista de la comunidad. No es posible creer que la del escritor sea una presencia menos relevante que la del médico, el campesino, el sacerdote, el político o el artesano. Podría afirmarse incluso que en el escritor se sintetiza la comunidad entera. Es a través del escritor que la comunidad expresa su dolor y su alegría, su fe y sus anhelos, sus vicios y sus virtudes. Habría que dudar de un pueblo en cuyo territorio no florece la literatura.
Pero precisamente para hacer que la semilla de la palabra escrita germine, nos damos la oportunidad de encontrarnos en una reflexión colectiva. Y para dar fe del potencial literario que nuestra región guarda, nos disponemos a expresar opiniones y propuestas desde este Primer Congreso Escritores de la Mixteca. (EMILIO FUEGO)
Ciertamente cargamos un pasado esplendoroso. Siglos de historia labrados con la imaginación convertida en todas las artes. Muestras fehacientes de la genialidad de los mixtecos de antes son los códices, la orfebrería, la pintura mural, el arte plumario y una impresionante serie de mitos y leyendas que todavía hoy se cuentan por tradición oral.
Sin duda el pasado nos sustenta. Lo malo es que con frecuencia se incurre en vivir sólo del pasado. El sueño, la idealización, nublan el presente y en lugar de dar vida a un esplendor en nuestros días, se cae en la creencia de que la grandeza de la nación mixteca es sólo un viejo recuerdo lleno de polvo que se encierra en nuestra historia.
Un pueblo es grande cuando sus artistas lo deciden. Pero si esa grandeza no se produce también se debe responsabilizar a sus creadores. O peor aún, habrá que preguntarse ¿tiene este pueblo artistas que en verdad estén engrandeciendo a su cultura?
Actualmente la Mixteca, a través de cada uno de sus pueblos, hace su danza, su música, su pintura e incluso su literatura. En cada una de estas expresiones sería necesario hacer una revisión crítica, pero hoy nos ocupa la literatura y es en torno al hecho de escribir que nos disponemos a realizar un reflexión colectiva.
¿Existe una literatura mixteca? La pregunta, por supuesto, es una provocación. Se cree, y seguramente así es, que en todos los pueblos hay personas que escriben, que investigan la historia de su comunidad, que recopilan sus mitos, que se aventuran con la poesía, que inventan sus relatos o incluso se atreven con la novela. ¿Pero quiénes son y dónde están? ¿A cuántos escritores de la mixteca podríamos enumerar?
Tal vez tendríamos que empezar por definir el papel que un escritor podría representar en esta región. Todavía se cree que dedicarse a escribir es perder el tiempo porque, además, la mixteca -argumentan algunos- está más necesitada de otras cosas que de esa gente rara que pierde el tiempo escribiendo.
Ante esto, necesitamos subrayar que el trabajo de escribir es tan importante como el de cualquier protagonista de la comunidad. No es posible creer que la del escritor sea una presencia menos relevante que la del médico, el campesino, el sacerdote, el político o el artesano. Podría afirmarse incluso que en el escritor se sintetiza la comunidad entera. Es a través del escritor que la comunidad expresa su dolor y su alegría, su fe y sus anhelos, sus vicios y sus virtudes. Habría que dudar de un pueblo en cuyo territorio no florece la literatura.
Pero precisamente para hacer que la semilla de la palabra escrita germine, nos damos la oportunidad de encontrarnos en una reflexión colectiva. Y para dar fe del potencial literario que nuestra región guarda, nos disponemos a expresar opiniones y propuestas desde este Primer Congreso Escritores de la Mixteca. (EMILIO FUEGO)
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